Asesinato en una escuela de Barcelona
Sólo hace un par de dias que hemos tenido la noticia de que un alumno de 13 años ha matado a un profesor y ha herido a compañeros.
Es realmente duro pensar que todo esto está pasando aqui, entre gente como nosotros. Estariamos más tranquilos si pasara lejos, en America, o en Africa. Si fueran drogadictos o fanaticos de una religión…
De modo que hemos de creer que esto nos está pasando.
No quisiera estar en la piel de los profesores. Ellos se deben preguntar qué han hecho mal, cómo podian haber vigilado mejor..
Pero no creo que esta sea la cuestión. Claro que hay que estar atentos, pero no podemos creer que esto sea un problema de policia.
Creo , incluso, que los profesores podrian hacer poco. En realidad, aprendemos a vivir con otros a traves de nuestra relación con los otros, con los compañeros. Los profesores podran ser los facilitadores pero los agentes son los propios alumnos. De ellos aprendemos valores, practicamos con ellos las emociones sociales. Para bien o para mal.
Sin llegar a casos extremos como este, podriamos decir lo mismo de los casos de bulling, grupos que se comportan de forma agresiva, que cultivan emociones depredadoras. No es un problema de pura vigilancia. Hay que preguntarse qué alternativas a estas emociones perversas estamos facilitando
La pregunta es pues, cómo facilitar experiencias emotivas positivas con los compañeros. Aqui ya existen respuestas, muchos centros escolares ya las aplican, aunque aun hay muchas inercias para salir del modelo de educación individualista, que ignora la dimensión emocional.
Hace pocos dias comentábamos aqui el cambio que están introduciendo las escuelas de los jesuitas en Cataluña. Se parece el modelo de Finlandia que todo el mundo conoce. Se conoce por sus puntuación en los tests internacionales. No se si también se conoce por el trabajo en grupo en proyectos cooperativos como base del aprendizaje.
Aqui en Gent Creativa levamos años presentando casos, muchos en escuelas, de aqui o de todo el mundo, que proponen proyectos a grupos de alumnos. Proyectos artísticos en algunos casos, proyectos de investigación en otros.No importa, hay muchas maneras, pero todas tienen unos elementos comunes, perfectamente desarrollados y verificados.
En el caso de los jesuitas, los alumnos trabajaban en grupo sobre casos que recogen del entorno de la propia escuela. Son casos que dan sentido a la vida de los alumnos, casos que no pueden ignorar. Si aprenden a ignorarlos a pesar de tenerlos a la vista, ya esán recibiendo una cierta educación emotiva: la que enseña a ignorar al que sufre, la que enseña a considerarse superior a otro.
Alguien puede preguntarse si estos ejercicios de trabajo en grupo pueden tener resultados en entornos de alumnos dificiles. Precisamente en estos entornos de riesgo es dónde encontramos los mejores ejemplos. No los encontramos en escuelas de élite, con separación de sexos, donde se aprende acompetir, a ser el primero.
Los que desarrollan estos proyectos subrayan una diferencia fundamental en su método: ellos, dicen, facilitan al alumno para que aprenda, para que busque soluciones, para que descubra que no sabe de todo y que necesita ayuda de un compañero, para que aprenda a ayudar al que tiene al lado.
Aprenden dela acción, no de lo que el profesor dice. Aprenden de sus errores. Aprenden a superar conflictos de convivencia. Aprenden del compañero, peer-to-peer, como les gusta decir a los que trabajan por Internet.
Esta es la transformación de fondo que necesita nuestra educación. Por mucha tecnologia que apliquemos , no mejoraremos si no aplicamos también estos principios educativos básicos.
gentcreativa 
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Tienes mucha razón en todo lo que has escrito. Los chicos que matan a maestros y compañeros, con esa frialdad y esa rabia incontenible son producto de un sistema social que los ha excluido y también enfermado.
A todas las hipótesis para explicarlo, añadiría una que se maneja, en mi opinión, poco, pero que cada vez esta mas ahí, pegadiza a nuestros estudiantes, a nuestros profesores, a los ciudadanos y es la tendencia a convertir el espacio de aprendizaje en un lugar de evaluación, calificación y valoración constante. Los que se adaptan al sistema dominante lo viven como un premio a su esfuerzo, pero muchos son excluidos y algunos les acaba afectando en su relación con el otro grupo.
Evaluar es intrínsecamente peligroso, para evaluados y evaluado. Yo digo que conlleva regresión y este estado no acaba ni siquiera en las aulas, que no son mas que uno de sus reflejos, sino que se prolonga en los amigos, en tu casa, en tus miedos por ser mas tonto … En tus complejos. Y hasta ese efecto se puede producir entre chicos que son bien valorados, pero no tanto como creen que ha sido su esfuerzo.
Estos comportamientos en el trasfondo están muy apoyados en la exagerada competencia y exigencia, cada día mayor en las aulas y en la sociedad. Por desgracia, si mantenemos o ampliamos esa competitividad exagerada, habrá más casos «incomprensibles», a los que finalmente trataremos como casos de psicosis y nos olvidaremos de muchos factores que están en el fondo de estos comportamientos. En fin, el tema es muy complejo, pero tiene más caras que la de un chico raro que le da un pronto psicótico y ya esta.
No he querido en este comentario ser exhaustivo ni tampoco mostrar una explicación total, solo una aproximación mas al problema, que está ahí …….
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Muy bien dicho
Santi
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Reblogueó esto en gentcreativay comentado:
No es un problema de policia, es la ausencia de educación emotiva
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